martes, 15 de marzo de 2011

La primavera no espera

Y no entiende de solsticios ni equinoccios. Y le da igual si viene frío, lluvia o viento. En cuanto vislumbra unos rayitos de sol le entra el ansia y quiere despertar. Las flores revientan como palomitas de maíz y los árboles se vuelven algodón de azúcar. La primavera nos regala verdes, flores y cantos de golondrinas. La primavera ha llegado a Daganzo.









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